De mirar quién baila (y cae, y se parte la crisma)

En mi casa, se baila. En pocas casas se puede decir, pero en la mía se baila. Madre andaluza, con mucha gracia (vale, padre conquense, con menos gracia, pero mucha técnica), muy grandes bailarines (bailantes, diría mi niño).

Muchos años dando clases de baile de salón (lo reconozco, yo también, incluso competía de niña, tanto en flamenco como el baile de salón), comprando colecciones de dividís de bailes, y viendo exhibiciones de gente de todas las edades.

Ahora, los lunes (desde hace bastante tiempo), en la primerísima de televisión, salen unos cuantos famosetes, ke dicen entrenar 4 horas a la semana.

Sin embargo, eso no es baile de salón ni pollas en vinagre, son simple, y llanamente, coreografías.

Ahora, lo mejor es el hip-hop, el tango, o el vals. Yo me parto el ojal. Y más viendo, a Carmen Sevilla, o a la ex-mujer de Álvarez-Cascos. O escuchando las canciones ke ponen como hip-hop.

Y lo peor de todo...no gana en ke mejor baila, sino el más simpático (o el ke más dinero le pasa a la cadena).

Como dice mi padre, solo les falta bailar reggetón (o como se escriba). 

Un día de estos, veremos a David Civera bailando a son de Kiss una coreografía de Rock.

Dios, ke fallo! Si ahora rock se le llama al Canto del loco...