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Isaca

De estar feliz

De estar feliz Si chiquelines, estoy feliz. Pero feliz de verdad. Ya no tengo las cargas que tenía antes, ni las preocupaciones.
Después de una gran discusión con mis señores padres, las cosas no son como antes.
Ya no tengo presiones por ningún lado, ni familiares, ni de compañeros, ni de amigos, ni de nadie. Parece como si todo el mundo se hubiese dado cuenta de mi saturación, de que no lo puedo hacer todo por todos, ni tener que ocuparme de cada cosa, y sentirme mal si no lo hago. Más que nada porque ahora solo me encargo de lo mio.
Ya no tengo esa sensación de mala hostia constante, de irritación continua, que me hacía parecer una borde integral.
Ahora ya no estudio, por lo que no tengo esa preocupación. Tengo un trabajo en el que empiezo mañana con toda la ilusión de que me guste, y tener unos compañeros como los de antes.
Se que tengo alguien que me quiere y que ni me miente ni me engaña, y eso hace que ahora pueda dormir por las noches tranquilamente, sabiendo que está pensando en mi, o que abraza a la almohada con el culete pegado a la escalera de la cama.
En proceso de comprarme mi coche, que me evitará los madrugones inútiles y me permitirá llevar a mi abuela a sitios, sin miedo a que le pase algo estando solas.
Por eso, chiquelines, en las épocas en que nada os vaya bien, paciencia, que al fin y al cabo, todo se acaba.

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