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Isaca

De maquillarse en el tren

De maquillarse en el tren Me monto en el tren a las 3 de la tarde el día que tenía que ir a la charleta en el instituto. Hay una muchacha muy mona ella justo enfrente, y se está perfilando los labios.
Pensamiento "Que coquetona ella, mírala"
Pero, cuando termina de perfilarse los labios, y guarda sus pinturitas, saca el pintalabios. Y el brillo. Se da pintalabios. Y brillo. Y pintalabios. Y brillo. Y pintalabios. Y brillo. Y pintalabios. Y brillo. Y pintalabios.
Y brillo. Y pintalabios. Y brillo. Y pintalabios. Y así hasta ke se deja los morros como la Yola Berrocal, usando el truco de las modelos monolabiales de pintarse por fuera para parecer que tiene más. Después de dejarse los labios como un Cristo, saca la sombra de ojos. 3 colores, beige, marrón y negro. Empieza con el beige y con un dedo. Se pone los ojos tibios. Luego toca el marrón, y peor todavía. La risa es cuando llega el negro y parece que ha salio del Thriller del Jackson. Parece que ya ha acabado, pero toca el turno del rimel. Si no se pasó el rimel 15 veces en cada ojo no se lo pasó ninguno. Y finalmente, el maquillaje y el rubor. Se pone la cara como una puerta y con un rubor morado, se pasa los pómulos.
Total, que cuando subí al tren iba enfrente de una chica preciosa, y cuando bajé tenia delante a Carmen de Mairena.
Consejo: muchachas, no os maquilleis, porque luego cuando os desperteis al lado del ligue va a salir huyendo.

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