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Isaca

De leer el periódico

Desde bien pequeña, chiquelines mios, me ha gustado leer el periódico. Por eso tengo una opinión para casi todo. Me gusta enterarme de que piensa todo el mundo. Que si. Que no. Que puede ser...
En especial me gusta leer El Pais. Y mucho más en especial, las Cartas al director. Me encantan. Porque realmente no van al director, sino a tí mismo. O a mi, claro, depende de quién lo lea. Me gusta, básicamente, porque estan escritas por personas, que quieren ser originales. Conclusión: todas son iguales. Empiezan hablando en general, como si no quisieran que se sepa a qué colectivo urbano pertenecen, para al final descubrir que son muy de derechas, muy de izquierdas, inmigrantes, emigrantes, niños, ancianos, parados, amas/os de casa...
Y al final final del todo, todas y cada una de ellas reclaman algo.
Una señora no fumadora que se queja de los 27 días que vamos a perder los fumadores, a partir de enero, en salir a la calle a fumar. Nosotros saldremos a fumar y ella se quedará trabajando "sin descanso". Ay, pobrecita. "Sin descanso". Qué lástima. Si quieres descansar, vete a la cafetería que pondrán donde antes estaba la sala de fumadores. Yo, sin embargo, tendré que aguantar el frio en invierno y el calor en verano para poder fumar, mientras que tú tienes un conflicto existencial porque no sabes si es peor aguantar el olor a tabaco(no digo el humo, puesto que si te molesta el humo, no entres a la sala de fumadores) o pensar en que voy a trabajar menos que tú (ole tus cojones toreros, ahora los fumadores encima de asesinos, somos vagos). No entienden que bastante tenemos los fumadores (gastos excesivos, mal aliento, dientes amarillos, pulmones negros y dependencia de por vida) como para que encima nos apaleen. Si fumamos dentro, porque fumamos dentro. Si fumamos fuera, porque fumamos fuera. Ni más ni menos derechos para los fumadores, los mismos.
Un señor, inmigrante, que se queja de las excesivas colas para las tramitaciones de los papeles, y pide "que nos traten un poco mejor". Claro, yo no tengo que esperar. No, yo no. Yo voy a la comisaría a renovarme el carnet, y no espero. Yo voy al paro, y no espero, nooooooooooo. Yo voy al médico, y no espero, no, tampoco. Ya se que no es comparable mi espera a la suya, ni mucho menos. Pero si hay 2 policías, uno para inmigrantes y otro para españoles, ni que el de inmigrantes haga el trabajo de el de españoles haciendo cola, ni al contrario.
Y así infinidad de cartas, cada una barriendo para dentro.
Hemos llegado a un extremo en el que replicamos por todo. Todo nos parece mal. Tenemos el derecho de opinar de todo, y nos pasamos de rosca. El ser humano ansía libertad. Y ahora tenemos tanta, que al pedir más, es imposible, porque la tenemos toda. Lo queremos todo ya, bien, raudo y veloz. Todo se tiene que hacer tal y como queremos.
Eso sí, no leerás cartas sobre las condenas de los jueces, los presupuestos del estado, los estatutos, ni cosas por el estilo "que no nos atañen".

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