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Isaca

De querer estar loca (o algo)

Holita chiquelines de mis entretelas.
Esperando retomar el blog, y escribir más asiduamente, hoy empezamos la tanda (o tandita, que no tanguita, no entendamos mal, que luego vienen los disgustos) con un tema ameno y divertido: la prohibición de fumar en sitios de trabajo "cerrados".
A ver, a ver, que entendemos por cerrado.
Cerrado no es que tus compañeros te hagan vacío y tengas que hablar solo para que no se te olvide como se habla, no, eso es mobbing (o como coño se escriba)
Cerrado tampoco es una oficina con las ventanas selladas, ni con barrotes y candados, y guardas de seguridad que no te dejen entrar (o salir), no, eso es una cárcel (con acento y sin él).
Tampoco es cerrado un trabajo con techos bajos y cruces con cedas el paso porque los pasillos son tan estrechos que no cabe ni una persona con un bolso.
Cerrado, dan a entender, es todo aquel trabajo que no se realice al aire libre, obreros, barrenderos, jubiletas mirando las obras...todos ellos si pueden fumar.
Pero yo no. A pesar de tener espacios cerrados donde permiten fumar, o espacios donde hay horas en las que no se puede una echar un piti.
Nooooooooooooooooooooooooooooo, porque...fumar es malo, señores!!! Claro, yo he tenio que esperar a que llegue un pimpín del gobierno a decirme que el tabaco es malo pa enterarme, no te jode...Un señor que tendrá un despacho más grande que mi casa, fumador de puros, pero que no molesta a nadie.
Pero lo más cachondo es que, en lo único en que todos los grupos están de acuerdo, es en permitir fumar a, y cito textualmente "enfermos psiquiátricos internados en centros sanitarios".
Claaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaro...alguien lo ha pillao? Un loco tiene más derechos que yo? Oye, que yo lo veo bien, pero por qué él puede y yo no? Si yo también estoy merilota, como una puta chota, chavales.
Total, que a dejar de fumar, chiquelines. O si no, ya sabeis, a volvernos todos locos.

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