De las pelusas de los ratones
Ya dije por aqui un día que todos tenemos dudas existenciales desde nuestra más tierna infancia.Bueno, yo en la infancia ya no estoy (pero como si) con 20 años (si, todos me dicen "Uy, si pareces mayor", pues diselo al portero del garito, o a la cajera del día que me pide el carnet pa un cartón de vino pa hacer pollo en salsa).
Pues a mi hoy se me ha ocurrido otra.
Mira tu ratón. Si es de bola, sácasela (AVISO: hablamos de ratones de ordenador). Ahora mira la vida inteligente que hay dentro. Vamos, cuando la miras, te mira ella, y si es simpaticona te canta. Si es óptico, esa mierdecilla se va acumulando en los soportes. Y también, también te canta. Por soleares.
A mi, en clase, el ratón se me movía solo (algún alma que lo viese, que apunte). Y yo pensaba la razón de tan absurdo comportamiento. Pues he llegado a la conclusión de que a la vida interior de mi ratón de clase yo no le caía muy bien, y me quería volver loca. Porque cada vez que yo veía el puntero moviéndose por la pantalla, pegaba una voz a algún compañero (compañero de la izquierda, compañero de la derecha), y cuando miraban, el hijoputa del puntero se estaba quietecito.
Que yo me imaginaba a la vida interior descojonándose en mi cara y diciendo "Deja mi ordenadorrrrrrrrrrr, es mioooooooooooooo, él vino a miiiiiiiiiiiiiii", plan Gollum pero en más feo.
Porque yo me la imagino verde, tipo virus de Erase una vez el cuerpo humano, con voz de pito y ojos saltones.
Así como una mezcla de La masa, Enrique San Francisco y Maria Isabel ("Antes puerta de su sillaaaaaaaa").
Tengo ke dejar la cafeina y la nicotina...
2 comentarios
El compañero de la derecha -
si tiene la mitad de vida interior q la isaca lo raro es q no levite y de vueltas por la clase. P.s.lo de q pareces mayor no cuela, chicuela.
dame mas de beber -