De los detalles que me gustan
La gente que me conoce sabe, que yo rio con cualquier pollez. Recuerdo sobre todo, dos momentos en mi vida de auténtico descojone con dos tonterías como carosos.
Una fue en el cole, con unos 14 años. Estaba jugando con un lápiz en clase de historia. Todo el mundo estaba callado (no digo atentos porque Grabriel era un auténtico coñazo dando clase), yo jugaba con mi lápiz, se me escapó, y fue a parar al suelo, en mitad de clase.
Nadie se dió cuenta, y a mi me dió la risa tonta (recuerdas Sarini?), tanto que tuve que salir de clase y descojonarme en el pasillo.
La segunda vez fue en el coche. Iba con mi novio, ibamos calladitos (raro en mi). El coche de alante dió el intermitente, y, sublime gilipollez, me dió un ataque de risa de ver a la velocidad que iba el intermitente. Era de esos que van a toa hostia, claclaclaclaclaclaclacla, y estuve toooooooodo el camino hasta mi casa soltando carcajadas.
La verdad es que no se la razón de contar estas dos gilipolleces, pero bueno. Yo quería hablar de los detallitos que tiene la gente que me encantan.
Me encanta ir a comer con mis compis. Da igual donde vayamos a comer, me lo paso de puta madre. Es el mejor momento de las 10 horas que paso allí. Día si, día también, alguno de nosotros encuentra alguna tontería de la que nos riamos todos. Y eso me hace sentir bien.
También me gusta que gente con rango superior al mio, al yo decir "pues si me pasa algo te quedas sin codificadora", me miren seriamente y me digan "no te equivoques, perdería a una gran compañera". Y eso le sube a una la moral para agachar la cabeza y seguir picando.
Me alegra avisar a un conductor que va sin luces por la vida, y que me devuelva el favor pitándome con ritmo futbolístico.
Tampoco me incomoda que un conductor se me atraviese si luego me pide perdón, o ceder el paso por cortesía y ser gratificada con una sonrisa.
Me gusta indicarle el camino a la gente cuando están perdidos (en todos los aspectos).
Me gusta hacer gilipolleces cuando una de mis niñas está llorando para que sonría y me diga "pero mira que eres gilipollicas" mientras me da un abrazo.
Me gusta ir a cenar con mis amigos, o que estos me digan que a ver cuando cojones quedamos.
Me gusta que cuando pasan meses y meses sin ver a una persona, puedas seguir diciéndole las cosas a la cara sin miedo de que se enfade.
Me gusta ser una malota que va por la calle con las ventanillas bajadas y la música a toa hostia pa enterarse (a ver que música pensais, System of a Down, Sugarless, Slipknot... AERIALSSSSSSSSSSSSSSS IN THE SKYYYYYYYYYYY).
Me gusta hacerme un porrón de kilómetros para ir a llevarle a mi nene un bocadillo para comer, si este me lo paga con un besito y previamente me ha convencido con un "es que tú haces los mejores bocadillos.
Y basicamente, me gusta escribir aqui aunque no os importe 3 mierdas lo que os diga, jejeje.
Una fue en el cole, con unos 14 años. Estaba jugando con un lápiz en clase de historia. Todo el mundo estaba callado (no digo atentos porque Grabriel era un auténtico coñazo dando clase), yo jugaba con mi lápiz, se me escapó, y fue a parar al suelo, en mitad de clase.
Nadie se dió cuenta, y a mi me dió la risa tonta (recuerdas Sarini?), tanto que tuve que salir de clase y descojonarme en el pasillo.
La segunda vez fue en el coche. Iba con mi novio, ibamos calladitos (raro en mi). El coche de alante dió el intermitente, y, sublime gilipollez, me dió un ataque de risa de ver a la velocidad que iba el intermitente. Era de esos que van a toa hostia, claclaclaclaclaclaclacla, y estuve toooooooodo el camino hasta mi casa soltando carcajadas.
La verdad es que no se la razón de contar estas dos gilipolleces, pero bueno. Yo quería hablar de los detallitos que tiene la gente que me encantan.
Me encanta ir a comer con mis compis. Da igual donde vayamos a comer, me lo paso de puta madre. Es el mejor momento de las 10 horas que paso allí. Día si, día también, alguno de nosotros encuentra alguna tontería de la que nos riamos todos. Y eso me hace sentir bien.
También me gusta que gente con rango superior al mio, al yo decir "pues si me pasa algo te quedas sin codificadora", me miren seriamente y me digan "no te equivoques, perdería a una gran compañera". Y eso le sube a una la moral para agachar la cabeza y seguir picando.
Me alegra avisar a un conductor que va sin luces por la vida, y que me devuelva el favor pitándome con ritmo futbolístico.
Tampoco me incomoda que un conductor se me atraviese si luego me pide perdón, o ceder el paso por cortesía y ser gratificada con una sonrisa.
Me gusta indicarle el camino a la gente cuando están perdidos (en todos los aspectos).
Me gusta hacer gilipolleces cuando una de mis niñas está llorando para que sonría y me diga "pero mira que eres gilipollicas" mientras me da un abrazo.
Me gusta ir a cenar con mis amigos, o que estos me digan que a ver cuando cojones quedamos.
Me gusta que cuando pasan meses y meses sin ver a una persona, puedas seguir diciéndole las cosas a la cara sin miedo de que se enfade.
Me gusta ser una malota que va por la calle con las ventanillas bajadas y la música a toa hostia pa enterarse (a ver que música pensais, System of a Down, Sugarless, Slipknot... AERIALSSSSSSSSSSSSSSS IN THE SKYYYYYYYYYYY).
Me gusta hacerme un porrón de kilómetros para ir a llevarle a mi nene un bocadillo para comer, si este me lo paga con un besito y previamente me ha convencido con un "es que tú haces los mejores bocadillos.
Y basicamente, me gusta escribir aqui aunque no os importe 3 mierdas lo que os diga, jejeje.
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